Ya está la edición número 18 de Insumisas

Esperamos tus artículos, convocatorias y opiniones en insumisas@hotmail.com

martes, 30 de octubre de 2012

MUJERES DE ARMAS TOMAR

Por: Eglimar Melero

La organización de las mujeres en las luchas armadas es motivada por las más crueles injusticias que el capitalismo perfila hacia nosotras, quienes en tiempos de guerras somos consideradas botín, y la única alternativa de lucha y resistencia es nuestra organización e incorporación a la causa revolucionaria. Ejemplo como el del ejército rebelde y su pelotón femenino son firmes pruebas de las capacidades de lucha, disciplina, constancia y conciencia política que alcanzamos las mujeres en procesos revolucionarios como el que libró nuestra hermana republica de Cuba durante finales de la década de 1950 contra la dictadura de Fulgencio Batista. Este pelotón femenino de revolucionarias en armas, que fue llamado “Mariana Grajales” (las marianas), es un precedente de los logros que la revolución aportó a la condición de vida de las mujeres cubanas a partir de 1959.

El espíritu inquebrantable en el combate, la valentía, la firmeza y disciplina de las mujeres que lucharon por acabar con las injusticias del régimen de Batista dan muestra de que la defensa de la patria es un deber y un derecho revolucionario tanto para hombres, como para mujeres. (continúa)

jueves, 18 de octubre de 2012

EXPLOTACIÓN POR CATÁLOGO

Por: Susana Gómez Ruiz

El capitalismo tiene modos de explotar a las mujeres muy directos y brutales, pero algunas veces utiliza formas muy sutiles, que son difíciles de percibir y atacar, como la que se camufla detrás de esa supuesta “manera fácil de obtener ingresos, siendo más boniiiiita todavía”.

Nos referimos a esas cadenas de ventas, que bajo la forma de “franquicias” de venta por catalogo de productos de belleza, limpieza, ropa, bisutería,… terminan embaucándonos, super-explotando nuestro trabajo, transforman nuestros vínculos de amistad, familiaridad y solidaridad en relaciones mercantiles, y que, al contrario que incrementar los ingresos familiares, los reducen y trasladan a empresas multinacionales que los sacan del país. Estas empresas, que funcionan a manera de sectas, comienzan estafando a algunas mujeres que serán en adelante las encargadas de perpetuar su propio embaucamiento e incluir a muchas más en la trampa, ya sea como clientas o como nuevas vendedoras.

Empresas capitalistas tipo Ebel, Avón, Jade …. no pagan salarios fijos, ni la hora trabajada, ni seguros sociales, no incurren en ningún tipo de inversión física y ni siquiera cubren los gastos de desplazamiento de sus vendedoras. Mientras, las mujeres atrapadas por estas “redes de estafa masiva” trabajan sin horario fijo, obligadas a “captar” a sus círculos familiares, laborales y de amistades más íntimos para provecho de este circuito mercantil informal.