Por: Susana Gómez
Esperamos la mejor de las suertes para las candidatas mujeres del PSUV a la Asamblea Nacional, ya que ellas son imprescindibles para que la Asamblea legisle con voluntad de eliminar toda las leyes que oprimen doblemente a las mujeres pobres del país. Desde esta perspectiva, nos parece urgente y necesario que en la nueva Asamblea Nacional se reintroduzca el debate sobre la legalización del aborto y su inclusión con carácter gratuito en el sistema de salud público, porque no se puede caer en el juego de la doble moral burguesa, que amparándose en no sé qué moralidad religiosa, esconden el único Dios al que ellos veneran: el Dinero. Para ellos, los problemas morales se acaban donde empiezan los negocios y sólo manteniendo el aborto ilegal y fuera de la sanidad pública se garantiza que siga siendo un negocio privado con jugosas ganancias.
Las instituciones revolucionarias que son, o deben ser, laicas y socialistas, no pueden seguir escabullendo el problemas de los embarazos no deseados de las mujeres pobres, ya que sólo las ricas pueden abortar ilegalmente en buenas condiciones.
Esperamos la mejor de las suertes para las candidatas mujeres del PSUV a la Asamblea Nacional, ya que ellas son imprescindibles para que la Asamblea legisle con voluntad de eliminar toda las leyes que oprimen doblemente a las mujeres pobres del país. Desde esta perspectiva, nos parece urgente y necesario que en la nueva Asamblea Nacional se reintroduzca el debate sobre la legalización del aborto y su inclusión con carácter gratuito en el sistema de salud público, porque no se puede caer en el juego de la doble moral burguesa, que amparándose en no sé qué moralidad religiosa, esconden el único Dios al que ellos veneran: el Dinero. Para ellos, los problemas morales se acaban donde empiezan los negocios y sólo manteniendo el aborto ilegal y fuera de la sanidad pública se garantiza que siga siendo un negocio privado con jugosas ganancias.
Las instituciones revolucionarias que son, o deben ser, laicas y socialistas, no pueden seguir escabullendo el problemas de los embarazos no deseados de las mujeres pobres, ya que sólo las ricas pueden abortar ilegalmente en buenas condiciones.